Las personas de los países iberoamericanos no preguntan esto, porque está claro que no pierden su nacionalidad de origen si obtienen la nacionalidad española. Sin embargo, las personas del resto del mundo si lo hacen y está cuestión les inquietan.
Hay quienes no piden la nacionalidad española porque les aterra perder la nacionalidad su origen y la otra nacionalidad que todavía no han conseguido. Cuando los iberoamericanos tienen la nacionalidad norteamericana, les causa miedo pedir la nacionalidad española, que sería la tercera, porque no quieren perderla.
Si no hay convenio, en teoría no puedes tener doble nacionalidad. Muchas veces esto no se explica a los iberoamericanos porque ellos tienen convenio con España, pero la mayoría de los países del mundo no tienen convenio con el país.
Los ciudadanos de todos los países tienen que renunciar a su nacionalidad de origen cuando adquieren la nacionalidad española o la nacionalidad que sea incompatible con la nacionalidad española. Pero en la práctica está persona sigue siendo ciudadano de ese país, pues, las normativas propias del país no admiten renuncias tan fácil.
Existen obligaciones y derechos a los que no es tan fácil renunciar. En los países iberoamericanos solo existe 1 motivo para renunciar a la nacionalidad de origen.
Hay convenios con los países iberoamericanos, convenios de extradición. En estos el país le va a exigir la entrega de una persona por motivos penales, por haber cometido un delito o por sospechar que los ha cometido.
Si tú tienes nacionalidad que no es iberoamericana y adquieres nacionalidad española, en teoría debes renunciar en el registro, pero en tu país seguirán considerándote como ciudadano. Solo existe un país que en realidad es estricto con esto, y de verdad los ciudadanos renuncian a su nacionalidad de origen, se trata de los chinos.
Cuando un ciudadano chino se hace español, lo que hacen es que van al consulado, notifican que ya son españoles y les quitan el pasaporte chino. Si quiere ir a vivir y trabajar en China les dan un permiso permanente y puede hacerlo sin mayores dificultades.
En otros países que son más estrictos, privan a las personas de su nacionalidad de origen. El consulado de su país solo les da un visado permanente que autoriza la posibilidad de vivir y trabajar allí.